Aire comprimido y ahorro de energía

El aire comprimido se emplea de forma muy extendida en el sector industrial. Su producción, manejo y uso son sencillos, fiables y seguros. Sin embargo, resulta una energía cara. El aire comprimido supone el 10% del consumo de electricidad en la industria europea. La eficiencia energética de muchos sistemas de aire comprimido es baja. Es posible alcanzar un ahorro entre el 5 y el 50%. Sin embargo, para muchas empresas ésta no parece ser una cuestión de importancia.

costes totales aproximados del aire comprimido en un periodo de 10 años

¿Por qué no de suelen aplicar las medidas técnicas existentes para el ahorro de energía en las empresas?

En primer lugar, el consumo eléctrico del sistema de aire comprimido es invisible a la alta dirección, ya que es un coste relativamente pequeño para la organización. El consumo eléctrico se suele tratar como un coste de estructura, un coste indirecto, asumido, y cuya reducción no se suele plantear.

Por otra parte, hasta ahora ha existido una falta de conciencia de ahorro de energía. La alta dirección, responsable de la política de compras y de las decisiones de inversión no es consciente de los posibles ahorros de energía. Las medidas empleadas para optimizar el coste de la adquisición de nuevos equipos, como por ejemplo los procedimientos de comparación de diversas ofertas, no suelen tener en cuenta el consumo eléctrico.

Finalmente, en algunos casos en los que la estructura de administración en más compleja, la responsabilidad de las medidas de optimización está diluida entre las distintas funciones directivas: producción, compras, mantenimiento, finanzas. Es difícil conseguir acuerdos entre distintos departamentos, con un alto nivel de compromiso, sobre un aspecto de baja prioridad hasta ahora como el consumo de energía.

¿Qué se puede hacer para implementar una política del aire comprimido en la empresa?

Formular una política del aire comprimido es un paso clave para mejorar la eficiencia energética de un sistema de aire comprimido. Además ayudará a mejorar la calidad del aire, la fiabilidad del sistema, y su funcionamiento. Para ello, se debería nombrar una persona responsable con capacidad de coordinación de todas las áreas implicadas en el sistema, la cual:

  • Establezca los costes reales del aire comprimido
  • Implemente un programa de mantenimiento
  • Defina la política de compras
  • Establezca objetivos en relación a:

– El papel y la responsabilidad de cada departamento,

– La concienciación de todos aquellos que emplean el aire comprimido,

– La reducción del gasto evitable

Este paso es esencial para conseguir la máxima reducción del consumo de energía por parte del sistema. Una reducción en costes de energía típica y alcanzable se sitúa en torno al 30%.

¿Por qué pasar a la acción y tomar medidas para controlar el aire comprimido ahora?

 En la actualidad, con el incremento creciente de los costes de la energía y la exigencia de reducir los costes de producción, existe una oportunidad de mejora de la eficiencia de los sistemas de aire comprimido:

  • Ahorrará energía y dinero al identificar y eliminar el desperdicio.
  • Mejorará la fiabilidad y el funcionamiento del sistema de aire comprimido.
  • Reducirá el impacto ambiental al reducir el consumo de electricidad, y por consiguiente las emisiones de CO2.

Un sistema de aire comprimido bien diseñado y mantenido, que sea eficiente energéticamente puede ahorrar al usuario miles de euros al año. Cada euro ahorrado en energía supone una forma efectiva de incrementar los beneficios.

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